Si buscan el último parterre de la calle Coria en Google earth aparece totalmente yermo. Es una fotografía antigua, pues ahora es verde y frondoso, conviviendo dentro de él hortalizas de temporada con flores y aromáticas.
Los responsables de esta situación son los vecinos Lorenzo y Bárbara, cuya ventana da directamente al pequeño vergel que atienden durante todas las estaciones, rotando los cultivos y cuidando las flores que atraen los polinizadores que mejoran sus humildes cosechas.
De esta manera, aparece de nuevo en esta intervención un espacio intersticial entre lo público y lo privado, que permite entrever otras posibilidades para gestionar la ciudad y mejorar las condiciones de habitabilidad en la misma. De hecho, con suma sensibilidad, el ayuntamiento ha llegado a un acuerdo con estos vecinos aportándoles agua y permitiéndoles que continúen sembrando hortalizas con la contrapartida de que cuiden toda la extensión. Una alianza sumamente interesante que sería menester ampliar de manera emergente, de forma similar a como París involucra a sus ciudadanos.